La frase “se los dije” es chocante, pero en este caso es necesaria. En este mismo espacio dijimos: Xóchitl Gálvez se va a convertir en un do...
La frase “se los dije” es chocante, pero en este caso es necesaria. En este mismo espacio dijimos: Xóchitl Gálvez se va a convertir en un dolor de cabeza para López Obrador por no haberla dejado entrar a Palacio Nacional. Ámonos wey... Pues fue mucho más allá, se fue hasta la cocina. Hoy por hoy, Xóchitl Gálvez es la mejor posicionada en muchas mediciones y en muchos grupos y entre muchas personas para ser la abanderada de la oposición, en este caso del Frente Amplio Opositor, para la Presidencia de la República en estas elecciones del próximo 2024.
Lo dijimos en este espacio, el no haberle dado chance de entrar a Palacio Nacional a un derecho de réplica fue un error político, estratégico y comunicacional del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque sin querer, por supuesto, la posicionaba de una manera muy especial. Y las consecuencias de ese acto del presidente están a la vista. La oposición prácticamente ya tiene candidata.
Por un lado. Por otro lado, Xóchitl Gálvez es un producto mercadológico que es muy interesante para ser vendido. Primero que nada, pues bueno, ha andado en la danza durante mucho tiempo, muchos la conocemos y le conocemos su forma de ser, dicharachera, bullanguera, lépera, alburera, sicalíptica a veces, ocurrente, y obviamente, muchos dijimos ‘estaría bien porque le va a dar mucho sabor a una campaña que promete estar bastante aburrida’. Y sí, garantía, Xóchitl Gálvez le va a dar mucho sabor a la campaña, se lo aseguro. Otra gran ventaja que tiene Xóchitl Gálvez es justamente su nombre. Sí, Xóchitl significa ‘flor’ en náhuatl. No me diga usted que no es un origen neta y total y absolutamente mexicano. Por supuesto que podría ser utilizado como un elemento extra de venta mercadológica porque, como van las cosas, parece ser que va a ser Claudia Sheinbaum quien sea la representante de Morena en las elecciones del 2024 y obviamente ‘Sheinbaum’ es de origen alemán. Claudia Sheinbaum es de México, es mexicana, nació aquí en México, pero tiene la desventaja justamente de su nombre, o en este caso de su apellido. Mercadológicamente por supuesto que lo podrían explotar, pero sobre todo la parte importante en el tema de Xóchitl Gálvez es precisamente que también contrasta de una manera muy importante con la forma de ser de Claudia Sheinbaum. Claudia Sheinbaum es muy articulada y a veces, quizá hasta cierto punto aburrida, cosa que sí se puede superar con el tiempo, pero Xóchitl Gálvez no, bueno, dicharachera hasta la pared de enfrente.
Xóchitl Gálvez no va a necesitar media training. Claudia Sheinbaum sí, y eso es una curva de aprendizaje que le puede meter en muchos dolores de cabeza a su equipo de campaña. Xóchitl ya va de gane. Y la última. Obviamente el presidente está muy enojado de que todo esto haya confluido en que ahora sea el tema Xóchitl Gálvez aquí, Xóchitl Gálvez allá, Xóchitl Gálvez de este lado, Xóchitl Gálvez de este otro, Xóchitl, Xóchitl, Xóchitl, Xóchitl, Xóchitl... en el peor momento posible, justo cuando sus corcho latas andan tratando de levantar, y no muy bien que digamos, en estas, vamos a llamarles, ‘primarias’, en esta pre, pre, pre precampaña. Falta por ver y a ver cómo se vayan a conducir las cosas, porque evidentemente el proceso de selección que designó la oposición, está engorroso, está de hueva. Es draconiano, es barroco, es, hasta cierto punto, inútil, sobre todo teniendo en cuenta ahora de que Xóchitl, con toda la claridad del mundo, encabeza todas las preferencias y todas las tendencias.
Pero quizá entonces este proceso barroco pudiera ser modificado. ¿Cuál es el problema de todo esto? Xóchitl se enfrenta justamente a tres partidos políticos que van a abanderar y que evidentemente le van a querer meter a Pedro, a Juan, a Fulano, a sutano, a perengana y a todo el mundo a la contienda. Y ahí es entonces dónde empieza el asunto. Yo no confío en los partidos políticos, ni en el PRI, ni en el PAN, ni en el PRD. Bueno, mucho menos en Morena, verdad? Y los microchips ni siquiera van a ser tomados en cuenta en este caso, descarte usted que puedan hacer cualquier cosa el PT, el verde -que se van a aliar con Morena-, un Movimiento Ciudadano que va a quedarse en la periferia -Y yo creo que lo hacen bien- y definitivamente hay que seguir este asunto.
Pero Xóchitl Gálvez todavía lo tiene cuesta arriba, porque es de aquí hasta noviembre, está cañón. Y el tema toral en todo este asunto es que no vaya a cometer una pifia que la pudiera convertir en un objeto de seguimiento por parte del Instituto Nacional Electoral o, peor todavía, el Tribunal Electoral, mismo caso, que es también el de las corcholatas. Cualquier cosita que se equivoquen, pudieran cometer una pifia que les pudiera costar la candidatura.
Nada más que en este caso también hay otra bronca y creo que esa es todavía peor: ¡Ah que aguado está el árbitro electoral! El Instituto Nacional Electoral es una verdadera vergüenza en este momento. Tibio, tibio, tibio. Lo que le sigue de tibio. Quizá convenga que este tibio el Instituto Nacional Electoral, precisamente porque estamos asistiendo a una forma distinta de hacer política o de hacer precampañas o pre pre pre precampañas.
Pero si de pronto hay justicia selectiva, y si de pronto el Instituto Nacional Electoral, así como está secuestrado en este momento, se pone mamón y empieza a sancionar a alguien para beneficiar a otra persona. Pues entonces ahora si ya no va a estar nada, nada chido, y hay riesgos en la incipiente democracia mexicana.
