Alejandro Gertz Manero abandonó la Fiscalía General de la República (FGR) en un movimiento que todos, excepto el discurso oficial, cata...
Alejandro Gertz Manero abandonó la Fiscalía General de la República (FGR) en un movimiento que todos, excepto el discurso oficial, catalogaron como una "renuncia forzada y desaseada". El fiscal, que una vez presumió que solo saldría de la FGR con "los pies por delante", optó por un destino mucho más civilizado: una embajada en un "país amigo", que resultó ser Alemania. La oposición, con mucho humor, llamó a esto un "manotazo" y un "sello autoritario", alegando que una embajada no es una "causa grave" para dimitir.
El proceso en el Senado fue un verdadero "circo", donde los legisladores perdieron horas esperando una carta que, al final, solo tenía tres párrafos. La priista Claudia Anaya resumió el sentir popular al decir que Gertz, siendo un "zorro," se iba "pintándole un dedo en la cara a Morena".
¿La causa real de este "retiro" tan urgente? Las filtraciones de expedientes delicados que le quemaron las manos al nuevo gobierno, incluyendo el famoso "huachicol fiscal" y las "carpetas sensibles" del empresario Raúl Rocha Cantú (el de Miss Universo). La salida de Gertz, para el columnista Salvador Camarena, solo prueba que su mayor pecado fue no ser "morenista", y que en el nuevo régimen no cabe la independencia. Con un toque de humor negro, Gustavo Rentería sugiere que Alejandra Cuevas, la sobrina política perseguida por Gertz, brindará con champagne Louis Roederer o Krug Vintage por la caída de su rival.
La sucesión, naturalmente, fue igual de tersa. Gertz designó a Ernestina Godoy como encargada de despacho, asegurando una FGR que estará "alineada al proyecto presidencial".
Mientras la FGR se alineaba, en la Suprema Corte, la ministra Lenia Batres intentó su propia maroma legal proponiendo "revisar sentencias firmes" bajo el concepto de "cosa juzgada fraudulenta". La presidenta Claudia Sheinbaum le puso el freno de mano, declarando: "Yo creo, que lo que ya fue juzgado, ya fue juzgado".
Finalmente, el diputado Gerardo Fernández Noroña, conocido por sus "noroñadas", tuvo un momento estelar al quedarse solo en una rueda de prensa. Ante esto, columnistas le aconsejaron: "yaviene la Navidad, es tiempo de disfrutar... es más, ya no regreses, allá quédate, aquí te cuidamos el changarro...".
En resumen, la justicia en México se sigue manejando con "viejas mañas, pero ahora en formas caóticas", y el hombre que sabía demasiado fue barrido de la escena con un billete de avión, dejando un caos institucional y una FGR lista para ser controlada.