La política nacional está más agitada que un refresco al que le subieron el IEPS, pero tranquilo, que hay drama para todos. Empecemos co...
La política nacional está más agitada que un refresco al que le subieron el IEPS, pero tranquilo, que hay drama para todos.
Empecemos con el thriller de Tabasco. El senador Adán Augusto López (AAL), ahora líder de Morena, parece estar reviviendo su pasado como "notario distraído". Resulta que su amigo y exjefe de policía, Hernán Bermúdez (presunto líder criminal de La Barredora), era cliente de sus notarías. AAL jura que nunca se enteró de las actividades de su amigo. Mientras tanto, la oposición, que lo acusa de corrupción fiscal, lo compara con Julio César, rodeado de "muchos Brutos" que están filtrando información para su propia supervivencia política.
Pasando al circo legislativo, el Senado aprobó la Miscelánea Fiscal 2026 a toda velocidad. La gran novedad es que, además de aumentar los impuestos al tabaco y los refrescos (a los que el expresidente llamó "agua puerca"), ahora gravarán los videojuegos "violentos" con un 8% de IEPS. La oposición lo llamó "terrorismo fiscal" y "ley espía". El senador gamer, Luis Donaldo Colosio, defendió su hobby (que practica con su hijo) y preguntó si el gobierno de plano no tiene dónde más recaudar.
Hablando de leyes, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Antiextorsión por unanimidad en lo general. ¡Un gran paso! Sin embargo, Morena y aliados aprobaron una "reserva Bermúdez" que reduce las penas a los funcionarios públicos que omitan denunciar la extorsión. Porque, según Ricardo Monreal, la omisión no puede ser tan castigada como la ejecución del acto.
En los pasillos de San Lázaro, el verdadero espectáculo fue cortesía de las "Batichicas": las diputadas Gabriela Jiménez y Jessica Saiden protagonizaron un jaloneo por el codiciado lugar junto a Omar García Harfuch (alias "Batman") en una conferencia. Monreal las bautizó así para aligerar la tensión, probando que, a veces, la política es solo un sketch.
Mientras tanto, los productores de maíz están colapsando 33 carreteras del Bajío, exigiendo que el gobierno pague $7,200 pesos por tonelada. Ante el caos, empresas como General Motors tuvieron que parar operaciones.
Y por si fuera poco, desde el norte, el presidente Donald Trump nos mandó un par de regalitos: canceló 13 rutas aéreas, vetando los vuelos del AIFA a EE. UU., y sus fuerzas hundieron cuatro supuestas narcolanchas en el Pacífico, matando a 14 personas. Trump defendió el ataque preguntando: "¿Los submarinos pescan?". El gobierno de México protestó y la Marina rescató al único sobreviviente. La Cancillería, muy digna, aseguró que México coopera, pero "no se subordina a ninguno". (Menos en el espacio aéreo, aparentemente).
La ciudad, por su parte, se prepara para el Mundial 2026, aunque César Cravioto (Secretario de Gobierno de la CDMX) fue a su informe con mariachi y acarreados, y la oposición le recriminó que la capital vive en "desorden, ambulantaje desbordado, caos en la movilidad, inseguridad a tope y baches por todos lados". ¡Pero la CDMX será la mejor sede, dicen, aunque Trump le haya cancelado vuelos!.