¡Ah, México! Donde la política es un reality show con presupuesto de superproducción y el humor es la única forma de no llorar al leer ...
¡Ah, México! Donde la política es un reality show con presupuesto de superproducción y el humor es la única forma de no llorar al leer las noticias. Prepare su sillón, porque este resumen es la destilación más ácida de la semana [i, j, k, l, m].
Comencemos por el Partido Acción Nacional, o como ahora se hacen llamar, el PAN relanzado. Después de la derrota de 2024, que fue tan brutal que casi pierden hasta la cafetera, el blanquiazul decidió que la solución a sus problemas era... ¡cambiar el logo!. La dirigencia, con Jorge Romero a la cabeza, anunció el divorcio del PRI (¡Aleluya!), afirmando que el PAN "no nació para ver con quién se aliaba". Esta ruptura generó dudas, ya que la fiesta de "relanzamiento" estaba llena de los "mismos impresentables de siempre". El momento cumbre fue cuando Romero, en pleno discurso, se dedicó a revisar obsesivamente su reloj de pulsera, un acto involuntario que simboliza la "impuntualidad política" del partido, que siempre llega tarde a la historia. Los analistas advierten: cambiar el logo es solo maquillaje cosmético, no una refundación de fondo. Si solos no ganaron distritos en 2024, la ruta para 2027 parece más solitaria que la nevera de un vegetariano en un asado.
En el frente fiscal, tuvimos un drama digno de telenovela: El Impuesto de la Desgracia. El Servicio de Administración Tributaria (SAT), en su eterna sed recaudatoria, le exigía a las aseguradoras un adeudo retroactivo de hasta 200 mil millones de pesos por el Impuesto al Valor Agregado (IVA), amenazando con una crisis sistémica o, peor aún, la quiebra técnica de media industria. La controversia era si podían acreditar el IVA pagado al reparar autos o cubrir hospitales. Al final, el Congreso se puso la capa de "negociador" (luego de que hasta embajadas intervinieron), y aprobó un "estímulo fiscal": las aseguradoras se salvan del cobro retroactivo si desisten de los juicios, pero a cambio, el consumidor ¡pagará un doble IVA en sus pólizas a partir de 2026!. Como dice el filósofo moderno, el objetivo no es la prevención, es recaudar más.
Mientras tanto, en la alta esfera, el gobierno federal sigue consolidando lo que algunos llaman un "Estado gandalla". La presidenta Claudia Sheinbaum se ha dedicado a recorrer las zonas devastadas por las lluvias (con lodo hasta las rodillas, ¡evitando los manuales de estrategia política!). Sin embargo, la transparencia se tomó un descanso cuando, en una mañanera, se le oyó susurrar a su Secretario de Salud la orden de: "No digas los municipios afectados". Un caso de flagrancia de cuarto de tiliches para ocultar información.
Y hablando de villanos dramáticos, el exgobernador de Veracruz, Javier "Javidú" Duarte (actualmente disfrutando de los servicios del Reclusorio Norte por lavado de dinero), reapareció en redes sociales para culpar a sus sucesores por las inundaciones. ¡Argumenta que desmantelaron su legado de protección civil, el cual fue reconocido internacionalmente en JAPÓN!. Un preso dando consejos sobre cómo gobernar: la cereza en el pastel de la política veracruzana.
Finalmente, nuestro personaje internacional favorito, Donald Trump, volvió a hacer de las suyas, reaccionando a las protestas "No Kings" de una manera inaudita: subió un video hecho con Inteligencia Artificial donde se le ve pilotando un helicóptero de combate, con corona de rey, lanzando toneladas de caca (literalmente) sobre los manifestantes. Un nivel de diplomacia escatológica que solo él puede alcanzar. El mundo financiero, por su parte, observa con zozobra las amenazas de Trump de romper el T-MEC, aunque los expertos insisten en que el acuerdo tiene 16 años de vigencia y no puede terminarse tan fácilmente (gracias a Dios).
En resumen, el PAN se "relanza" sin saber a dónde va, el SAT nos cobra el doble de IVA, Javidú presume premios japoneses desde la cárcel, y el expresidente estadounidense nos bombardea con excremento virtual. ¡Todo en orden en el circo político mexicano!.