¡Ah, el huachicol fiscal ! La "transformación" de la lucha contra el robo de combustible que el expresidente López Obrador no...
¡Ah, el huachicol fiscal! La "transformación" de la lucha contra el robo de combustible que el expresidente López Obrador nos vendió con su famoso pañuelito blanco. Según él, el huachicol estaba "prácticamente eliminado", y por supuesto, el gobierno no sabía nada de ningún negocio sucio. ¡Qué ingenuos fuimos al creerle! Resulta que, mientras el huachicol tradicional disminuía un poco (gracias a cerrar ductos que complicó el abasto), florecía un negocio mucho más lucrativo y sofisticado: el contrabando de combustible sin pagar impuestos.
Esta joya de la "economía criminal alterna", documentada por la inteligencia estadounidense, consistía en traer gasolina y diésel baratísimos de Estados Unidos, ¡disfrazándolos de aceite o aditivos para evadir impuestos!. Y para que fluyera sin contratiempos, claro, se necesitaba la complicidad de agentes aduanales, marinos de todos los niveles, empresarios y, por supuesto, políticos.
La Marina, esa institución que AMLO nos juró que era el bastión de la honestidad y a la que confió las aduanas, se convirtió en un nido de "manzanas podridas". Sobrinos del mismísimo exsecretario de Marina, Rafael Ojeda, los hermanos Farías Laguna, ¡eran líderes de esta red criminal multimillonaria!. ¿Quién diría que dejar a la milicia a cargo de la seguridad civil los llevaría por el "sendero de corrupción"? El daño al erario se calcula en la friolera de 170 mil millones de pesos al año, ¡haciendo que Segalmex y la Estafa Maestra parecieran un chiste de barrio!.
Para añadirle un toque dramático a esta comedia negra, los marinos vinculados a las investigaciones comenzaron a "caer como moscas". Suicidios "personales" y "accidentes fatales en prácticas de tiro real" adornaron las noticias, justo cuando se destapaba la cloaca. La Fiscalía General de la República, muy convenientemente, afirmó que los fallecidos "no estaban vinculados con ningún caso". ¡Qué coincidencia tan oportuna!
Y no olvidemos el toque tabasqueño. Adán Augusto López, "hermano" del expresidente, y su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez (alias "El Mamado"), líder del cártel de La Barredora, también andan por ahí. Aunque Adán Augusto no ha sido implicado "directamente", solo por "cosas que escuchó o supo a través de Hernán Bermúdez". ¡Puras referencias indirectas, por supuesto! Porque en la 4T, la corrupción es "barrida de arriba hacia abajo"... a menos que seas un alto mando o un familiar.
La administración de López Obrador fue "laxa y permisiva", usando incluso combustible robado para sus "proyectos faraónicos" como el Tren Maya y el Interoceánico. Una verdadera proeza de "austeridad republicana". Y la cereza del pastel: la oposición asegura que el dinero del huachicol fiscal pudo haber financiado campañas electorales de Morena. En resumen, un "milagro" de corrupción que el expresidente no vio, no supo, o simplemente bendijo con sus "abrazos".