Marko Cortés es ya un cadáver político al que sólo le queda margen de maniobra para acabar más con el PAN.
Todo el mundo se le ha ido a la yugular al dirigente del Partido Acción Nacional, luego del descomunal fracaso en el que se convirtieron las elecciones del pasado 2 de junio, en el que el partido y sus aliados salieron terriblemente mal en las cuentas.
Aún así, el dirigente nacional se aferra al hueso.
Trece ex gobernadores ya le exigieron se haga a un lado para permitir nuevos liderazgos, pero se aferra.
Y tiene sentido que se aferre, porque hay mucha gente cuyas carreras políticas dependen justamente de Marko Cortés. Pero esas carreras ya valieron gorro, porque están plenamente identificadas no sólo con él, sino con la infame 'operación Moches' en la Cámara de Diputados en la que se repartieron generosas tajadas por asignación de obras, y pues evidentemente panistas de alta alcurnia ya se aburrieron de ver que sólo un grupito hace lana, así que le están aplicando el clásico 'ya mamaste demasiado'.
El último clavo en el ataúd político de Marko Cortés lo puso Xóchitl Gálvez en una muy interesante entrevista con el periódico Reforma, en la que dijo que no hubo apoyos para su candidatura y que hubo una mala estrategia de campaña... Que curioso que hasta ahora se dio cuenta, porque incluso en este espacio dijimos puntualmente que el problema de Xóchitl era el PAN, el PRI y el PRD.
En resumen, con respecto a López Obrador, dijo que hubo una intervención de manera sistemática en la mañanera, que es un hombre misógino y bastante machista.
Sobre Marko Cortés, pues que salían más en spots los presidentes de los partidos que ella. Que tiene que aprender a manejar su masculinidad. "Me levantó la voz de manera innecesaria", se quejó, y me parece que exagera en esa última, porque siempre que algún aspirante demanda le hablen bonito y que le endulcen el oído en campaña es garantía de que pierde su elección.
Con respecto a los partidos, Xóchitl Gálvez dijo "Necesitábamos que desaparecieran un poco los partidos y emergería más la candidatura ciudadana. Como no había dinero, los ciudadanos se organizaban y mandaban a hacer playeras".
Con respecto al INE, diagnóstico perfecto: "un árbitro blandengue".
Con respecto a Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez dijo que "Tiene que mandar un mensaje de tranquilidad y no de irresponsabilidad con la que el presidente se ha conducido".
A las familias, les dijo "paren al odio, la polarización, los pleitos familiares, porque al final la clase política se pone de acuerdo".
Le pone una chinga a todo el mundo, pero sobre todo le pone la última palada de tierra al cadáver político en el que se ha convertido Marko Cortés.
¿El PAN espera tener una oportunidad en este próximo 2027 o más todavía en el 2030? Pues más vale que se vaya preparando, y de entrada le de una patada en el trasero a Marko Cortés con todo y sus adláteres, sus socios, sus amigos, sus contubernios, sus quereres y toda la bola de mequetrefes que lo único que hicieron fue empinar todavía más al Partido Acción Nacional.