Hace poquito estuve en un evento con candidatos panistas que estuvieron departiendo con un grupito de empresarios. Me colé, lo confieso. El ...
Hace poquito estuve en un evento con candidatos panistas que estuvieron departiendo con un grupito de empresarios. Me colé, lo confieso. El caso es que alguien de la audiencia del grupito de empresarios le manifestó la inquietud a un candidato a diputado federal por el Partido Acción Nacional sobre este tema, afirmando abiertamente que estaba muy inquieto porque Morena le iba a expropiar su propiedad.
Si bien el el candidato a diputado federal dijo que no había llegado a la Cámara de Diputados una propuesta de ese calibre, no desmintió al empresario. No le dijo que estaba diciendo una volada, que es un bulo, que es una mentira, es totalmente falso.
La Presidencia de la República ha intentado desmentir esta versión un montón de veces, sin éxito. Y ni siquiera ha podido hacer evidente que el bulo incluso está muy mal hecho, pues establece que para la supuesta expropiación el Presidente está proponiendo modificar el artículo 138 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, cuando resulta que la Constitución solamente tiene 136 artículos.
Pero aún así la gente se lo come.
¿Por qué se lo creen?
Porque ciertamente suena a Morena, porque ciertamente suena a lo que concebimos como 'izquierda'. Esta línea que se ha pintado o se ha querido pintar en contra de Morena ha resultado porque los morenistas han sido realmente idiotas para contrarrestar esta tendencia que está in creciendo, por así decirlo.
La Presidencia de la República no reaccionó a tiempo a desmentir el bulo. En el mundo del marketing político y el marketing electoral es necesario atajar este tipo de cosas por lo menos durante las primeras 24 horas de su salida. Evidentemente necesita un equipo muy especializado y que esté muy al pendiente de estar viendo justamente los trending topics, por así decirlo, de todo este tipo de cosas.
Para cuando la Presidencia de la República quiso limpiarse la cola sobre este tema, pues ya había demasiada gente creyendo a pies juntillas el engaño.
Ciertamente es raro que Morena no mienta. El presidente López Obrador miente cada cinco minutos, es un mentiroso crónico, y por eso poco abona a tratar de desmentir estas cosas.
Lo que preocupa es que la oposición, tan dada a pintarse de 'honesta', no sólo no intente desmentir el bulo, sino que incluso termine utilizándolo a favor de sus argumentos.