En un momento crítico, justo cuando la pre pre pre campaña está llegando a su fin, Claudia Sheinbaum enfrenta un golpe inoportuno: el cierre...
En un momento crítico, justo cuando la pre pre pre campaña está llegando a su fin, Claudia Sheinbaum enfrenta un golpe inoportuno: el cierre preventivo de la línea nueve del metro. Este impacto llega en el peor momento imaginable.
Lo que hace esta situación particularmente adversa es que, si había que afectar al metro de alguna manera, la elección era fastidiar precisamente a la línea nueve, y más específicamente, a la estación Pantitlán. Esta estación se diferencia de las demás porque es un punto de convergencia para cuatro líneas: la uno, la cinco, la nueve y la línea A.
La línea nueve recorre la ciudad de oriente a poniente, básicamente, es la cintura del sistema de transporte de la Ciudad de México, y el cierre preventivo de la línea nueve afectará a millones de personas debido a la convergencia de estas líneas.
Todos estos millones de usuarios afectados recordarán a Claudia Sheinbaum todos los días, especialmente porque fue bajo su dirección, siguiendo instrucciones del presidente López Obrador, que se redujo el presupuesto destinado al mantenimiento de las líneas del metro de la Ciudad de México. Esta es precisamente la consecuencia de lo que estamos presenciando en este momento, con hundimientos en cuatro estaciones, especialmente en las que están en elevación, como es el caso de la estación Puebla.
Yo mismo fui un asiduo usuario del metro durante mucho tiempo, por lo que puedo confirmar que, desde una perspectiva electoral, política y social, esto le costará caro a la exjefa de Gobierno. Justo cuando se dio a conocer el cierre y la vinculación evidente con la falta de mantenimiento, la respuesta de Claudia Sheinbaum fue desafortunada al declarar: "Yo ya no soy la jefa de gobierno". Esto, si lo consideramos como un indicio o preludio de su estilo de gobernar, es un signo ominoso. Aunque es evidente que tiene conocimientos en diversos campos, esta no es la forma de responder.
Ojalá haya tiempo para corregir este rumbo, porque, sin duda, la situación en la que se pone Sheinbaum no es nada halagüeña.